|
|
Si buscas
hosting web,
dominios web,
correos empresariales o
crear páginas web gratis,
ingresa a
PaginaMX
![]() ![]()
Lëë Noo nak Jehová: La Deidad no conocida. ¿Dios con nosotros o Dios en nosotros?
Entre las consecuencias de la arrolladora influencia católica de los conquistadores españoles, podemos mencionar aquellas que atañen al vocabulario religioso. Como es sabido, el adoctrinamiento de nuestros pueblos originarios por parte de los monjes implicó el intento de aniquilación de todo vestigio de las creencias ancestrales zapotecas. Para el caso de Quioquitani, por ejemplo, en el vocabulario actual para referirse a los seres espirituales (y algunos no tanto) hemos heredado las siguientes palabras que los católicos nos impusieron hasta lograr incorporarlos en la cosmovisión de nuestros antepasados y hacer creer que formaban parte de nuestra cultura: Angly para referirse a un ángel o ángeles. Jesús y Críst en referencia al Cristo bíblico Diós o Tiós para denominar a Dios.
Este grupo de tres nombres son claramente hispanismos, palabras en español que fueron insertadas al zapoteco de Quioquitani, y con ellas, se incorporaron también el conocimiento sobre estos seres espirituales que hasta antes de la llegada de los conquistadores seguramente eran desconocidos.
Existe un segundo grupo de términos que no son necesariamente hispanismos pero cuyos significantes son evidentemente aportados por la cultura de la religión importada. Estos son: Xáatôx o también meñtôx para nombrar al diablo o los demonios. Kyalbiní Ntson Para referirse al Espíritu Santo Mdyo Para dirigirse a las imágenes sagradas (santos) excepto a la imágen de María en cualquiera de sus versiones. Nâybaa que se ha reservado específicamente para aludir a la imágen, concepto y doctrina de la llamada madre de Dios.
Pero a pesar de siglos de bombardeo doctrinal católico, los quioquitecos podemos preciarnos de contar con un remanente (tal vez el último), de la verdadera expresión zapoteca de Quioquitani para un ser espiritual. Una expresión que al parecer ha sobrevivido varios siglos y ha llegado hasta nuestros tiempos para mostrarnos una inevitable verdad: el ser espiritual al que se refiere, es supremo y ha estado siempre entre nosotros, de manera que en el día del juicio no podamos excusarnos diciendo «es que yo no sabía», como dice Pablo a los Romanos:
...porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Y quizás la resistencia de esa extraordinaria expresión en zapoteco de Quioquitani ha soportado las pruebas del tiempo y las agudas influencias de la religión de los conquistadores porque en su esencia se halla El Invisible, el Indestructible, el Increado y tal vez sea porque esa misma expresión está tan vinculada con nuestra propia esencia que es imposible abstraernos de Él y por eso, la misma expresión hace referencia a nosotros mismos, de manera que se cumple aquella expresión dicha por el arcángel Gabriel con motivo del profundo significado de la encarnación del Dios todopoderoso: Dios con nosotros.
La expresión a la que nos referimos es esta: Lëë Noo, «Nosotros» en zapoteco de Quioquitani, este pronombre personal en plural de la primera persona Lëë Noo significa también Deidad. Su uso actual connota la idea de Deidad Suprema y se alude con ella indistintamente a Jehová y a Cristo. Por ejemplo en: Lëë Noo sob lêñ kpaa, o Lëë Noo sob kwi pxosyno nëzlî, o en Lëë Noo psaa kpaa ni kislyu. Pero ¿cuál es el origen de la expresión Lëë Noo como deidad? ¿Por qué una expresión que es un pronombre personal se usa para referirse a un Ser Sobrenatural? ¿Existía acaso en la cultura zapoteca o de Quioquitani una Deidad de tal magnitud que fuese digna de recibir tan altísima designación? La verdad es que acerca de esto queda mucho por investigar aún y hasta donde sabemos no hay rastros de esta historia en Quioquitani. Habría que realizar las pesquisas correspondientes en la región de la Sierra Sur y otros pueblos zapotecas para conocer la verdad al respecto, pero es tan poco lo que ha quedado.... No obstante, el siguiente texto nos da una acertada respuesta al menos a una de estas preguntas:
Los zapotecas reconocían a un ser supremo sin principio ni fin,
«que lo creaba todo pero que no era creado a su vez», un ser tan infinito e incorpóreo que no se habían hecho imágenes suyas ni ningún mortal había entrado en contacto con él Marcus, J. y Flannery K.; (2001); La Civilización zapoteca; México, D. F.; FCE. Como hecho a la medidad, sin interpretaciones forzadas ni malabares gramaticales. La respuesta está a la vista: nuestros antepasados zapotecos tenían al menos la noción de un ser supremo, un ser sin principio ni fin, un ser creador de todo y no creado por nada, un ser infinito e incorpóreo, un ser impenetrable, cuya imagen nunca se había hecho.
Coincidencia o bendición pero estos atributos sólo se corresponden con aquél del que Salomón indicó: los cielos de los cielos no te pueden contener (I Reyes 8:27) y Pablo reafirma: No habita en templos hechos por manos humanas (Hechos 17:25) y Moisés sentencia: Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios (Salmo 90:3), mientras que Isaías estremecido por tan excelsa presencia se llenó de temor y exclamó:
¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo
Y respondió Dios a Moisés:
Visto de este modo, parece verosímil asumir que el mismo YO del glorioso YO SOY que se manifestó a Moisés en el monte Sinaí, es aquél Lëë Noo o Nosotros que era La Deidad Suprema e Impenetrable de la vida espiritual zapoteca.
Pablo en Atenas (Hechos 17:16-34) encontró la inscripción en un altar AL DIOS NO CONOCIDO y luego dijo que ese Dios no conocido era Cristo que es Jehová en la carne:
Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad, (Colosenses 2:9, compare con 1 Reyes 8:27)
Varones atenienses, en todo observo que sois
(Hechos 17:22-25)
Entonces, de la misma forma podríamos afirmar que El Dios impenetrable cuyas características o atributos no son como la de los demas dioses zapotecas inspirdas en el animismo ni son antepasados venerables, sea el mismo Dios Altísimo creador de los cielos y la tierra que predicó pablo a los atenienses. El problema por lo tanto habría sido que, a diferencia de los atenienses del Siglo I D. C. a nuestros antepasados zapotecas no hubo quien les enseñase a adorar a ese DIOS NO CONOCIDO y como consecuencia, con la llegada de los «evangelizadores» terminó sucediéndoles como a aquellos que fueron llevados a vivir a Samaria sin el conocimiendo adecuado para adorar a Lëë Noo por lo que fueron devorados por los leones (2 reyes 17:25,26). Pero cuando los católicos españoles llegaron a nuestras tierras, su objetivo era imponer ideología («civilizar a los salvajes» según sus propias palabras), erradicar las creencias paganas y evangelizar a los indios. Pero, ¿y si sólo faltaba que nos explicaran como Pablo que el Dios que ellos predicaban ya estaba entre nosotros y era llamado Lëë Noo como EL DIOS NO CONOCIDO?
Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como Nota: Todas las citas bíblicas son de la Versión Reina-Valera 1960 |
Vínculos
Pueblo de magia y sincretismo, tradiciones y costumbres ancestrales, de gente amable, alegre, valiente y apasionada.
|
Tu Sitio Web Gratis © 2009-2021 Fernando Jiménez Romero (Ediciones Quioquitani) 229332 |